#: ¿LEES POR VOCACIÓN O POR OBLIGACIÓN?

Eres de las personas que leen porque te gusta la lectura, o de las que te obligan a hacerlo. Si eres de los primeros, entonces te felicito, y si eres de los segundos, pues ¡Qué pena! me da decirte “no sabes lo que te pierdes”.

Cuando era niño, recuerdo borrosamente a mi padre que leía sus infaltables “Libros de vaqueros y pistoleros”, y a mi madre, sus “fotonovelas”. Al verlos concentrados en esos mundos imaginarios que nos puede dar la lectura, yo no comprendía nada, cuando él lanzaba una sonrisa burlona; peor, aún cuando ella derramaba una lágrima y un estirado suspiro.

Puedo decir, que aprendí a leer por imitación, porque quería sentir lo que ellos sentían, lo que ellos imaginaban. Cuando ellos no estaban y salían a trabajar, yo cogía esos libros llenos de figuras y letras encerrados en globos…pero, no entendía nada.

Escucha este audio y pon en práctica los tips que se mencionan.

Pasado un tiempo, ya estaba en el jardín ( Educación Inicial) y empecé a hacer mis primeros trazos, mis primeros dibujos, mis primeras palabras escritas, hasta que terminé el jardín, ya sabiendo leer y escribir mi nombre, el de mis papás, de mi patria, de mi mascota y de mis hermanos.

En primaria me sentaba junto con ellos, después del almuerzo a leer “Fábulas de Esopo” y ellos aveces un periódico, de vez en cuando una revista, pero muchas veces sus libros favoritos.

Ahora en la secundaria, nuestros profesores nos asignan una obra por mes. Para mí es una gran alegría; pero para otros, es lo peor que les puede pasar, no faltan algunos que digan “pucha, tiene más de cien páginas”, “no tiene dibujitos, ¡Qué aburrido”, “voy a pagar a otro para que me lo resuma”, etc.

Puedo concluir diciendo que ahora, leo por vocación, porque me gusta hacerlo, porque quiero aprender cada día más, porque para una persona instruida todo es posible, todo es alcanzable, todo es ejecutable; pero, para el que lee por obligación, la vida es más aburrida, pero al mismo tiempo “lo vano” es placentero, es su forma de vida y por lo tanto es uno más del montón de fracasados que buscan la vida fácil (prostitución, delincuencia, corrupción, estafa, engaño, etc.) para subsistir, haciendo de nuestro país, un eterno páis tercermundista.